Después de analizar su vida, Marina, joven de 18 años, decidió que quería decorar su piel con tatuajes. Primero quiso tatuarse un corazón con el nombre de su madre, ya difunta.
Ya adentrada en el tema, quiso representar con un revolver la libertad, el cual es representado en las imágenes. Acto que quedará plasmado en su piel, y que guardará celosamente en su pecho.
Sin embargo, ya planea su próximo diseño, pero que serán analizados en las próximas semanas, porque sabe que deberá pensar bien si quiere reflejar en él sus sentimientos.
En algunas culturas como la antigua egipcia, los tatuajes servían para señalar a los criminales, en otras como en la Polinesia, simbolizaban respeto, jerarquía y cuantos más tatuajes tenía alguien, más respeto se le debía. En América Latina, significaban protección.
No hay comentarios:
Publicar un comentario