El día menos pensado
la calaca decidió pasar a un antro,
pero como era martes
sólo se encontró con algunos pensantes.
En su camino se encontró con Jacobo
que esperaba a su amigo Gonzalo,
ambos decidieron ir a ver a Nataly,
pero desconocían que sólo estaría Mary.
Después de unos whiskys
los tres ya se sentían en el Punto Equis,
pero lo que no sabían es que Esther y su galán,
ya venían caminando con Elysee, que venía del pan.
Ya los seis están cerca del mismo antro,
aquel al que la muerte sólo decidió pasar por un rato,
ahora sólo falta que pase Angeles por Ale, Karina y Amyseny,
sí, las mismas que antes siempre andaban de party.
Ahora sí ya toditos están reunidos
juntitos en el mismo adiós,
la muerte los vio llegar y dijo en voz alta, ¡estos no se me van!
vayan despidiéndose porque yo me los llevo a toditos aunque me bailen un Cancán.
les quise dar un chance
y todos se pasaron de cuece,
en todas las fiestas siempre andaban
y ahora con ustedes yo completo mi clan.
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Esta va para mi amiga Judith
Estaba Judith muy mona,
arreglándose para andar a la moda,
pero todavía no sabía qué ponerse,
pensó en crear un nuevo estilo y así imponerse,
cuando de repente,
que llega La Catrina muy sonriente
y le dice, ni te pintes y menos te bañes,
que en el más allá, lo único que se usa es mostrar los dientes.
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(Esta fue hecha a petición en el trabajo, debido a intercambio de calaveritas literarias....)
Calavera a Uriel
La Catrina llegó a Notilog y a JM no encontró
entonces, como Uriel estaba a cargo con él habló
y le dijo:
"Mira, si hoy me mandas todas las notas que hablen de mi,
A lo que Uriel le contestó:
esa voz me agrada y me pone muy contento,
yo con mucho gusto te apoyo,
pero en estos momentos me estoy comiendo un pollo.
Sin embargo, la calaca molesta por su respuesta,
le dijo, "ya no aguanto tu insolencia
y ahora por quererme hacer esperar,
te aviso que no te me vas a escapar,
así que deja todo y conmigo te vas ya"...
Pobre Uriel enterrado ya está,
¿y ahora sus notas quién las hará?
Claudia como le llora,
con todos los pedidos se quedó sola
y sentada en un rincón, dice: ¿y ahora, quién me consuela?
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