REVISTA AVENTÚRATE: Magia prehispánica, todo un arte la danza azteca

Durante la conquista española la danza guerrera fue prohibida para los mexihcas, y toda aquella persona

que se le sorprendía tocando algún instrumento para su realización recibían algún castigo, o bien, se le cortaba las manos para que nunca más lo hicieran.

Hoy en día esta tradición vive en el Distrito Federal y en otras partes del mundo, por lo que se relatarán las travesías que llevaron a esta informante sobre su experiencia dancística.

Oír el huehuet, sentir que el sonido se quedaba en el oído por mucho tiempo, querer participar, conocer y

vestir con orgullo y dignidad toda la magia, no es fácil.

Hasta la fecha sigo iniciándome en este arte, diversas son las personas con las que he podido platicar y cada uno comparte algo nuevo, ya que la danza viene acompañada de muchas enseñanzas.

Los temachtianis o maestros, afirman que existen tres factores importantes en esta disciplina, la primera es el ritual de la danza, seguido de la filosofía y
obviamente la comunicación, la cual tendría que ser en su lengua natal, en este caso el náhuatl.

Diferentes grupos realizan estas ceremonias de Danza Azteca o Guerrera, los maestros son los encargados de dirigir todo, de enseñar el significado de cada movimiento.

A través del huehuetl o tambor, y la explicación de los pasos a seguir tratan de transmitir toda la armonía que debe existir entre el sonido y el ritmo que cada persona debe llevar para conseguir el objetivo, debido a que en cada danza se debe canalizar una intensión, con el fin de equilibrar la energía en
ese fin.

Algunos de los significados de los movimientos son: las sentadillas y movimientos serpentinos representan la fertilidad; los pasos asentados en el suelo la tierra y la siembra; las vueltas el aire, el espíritu; los pasos avanzados y retrocedidos el fuego; y los pasos zigzagueantes el agua.

Estas ceremonias se realizan en diferentes días, de manera gratuita y los que asisten pueden llevar para la ofrenda que se realiza en el centro del circulo, fruta, flores, o cualquier producto que quieran ofrendar, al final de la danza se comparte con los participantes.

Acuden personas de todas partes la ciudad de México, y en algunas ocasiones los extranjeros viajan a México para compartir la cultura a través de encuentros internacionales, que son pactados con anterioridad.

En ocasiones, los mexihcas son requeridos en otros países con el fin de compartir estos conocimientos, cultura, danza, o para conmemorar algún evento.