Para iniciar el paseo sería importante visitar la explanada del Zócalo, donde se puede caminar o si lo prefieren pueden comprar cualquier tipo de producto, ya que es un lugar donde se concentra todo tipo de comercio. Además, los edificios que se encuentran alrededor del lugar son muy antiguos, por lo que los visitantes podrán obtener una bella postal.
De entrada, se puede caminar por la calle Francisco I. Madero, que es una calle que fue cerrada para que las personas puedan pasear sin preocuparse de los autos.
Esta calle ha sido ocupada por las estatuas humanas, y se encuentra todo tipo de personalidades que sorprenden a cualquiera, además se puede tomar una foto con estas figuras por una propina.
A lo lejos, el estilo de música rockabilly, que dos jóvenes tocan armoniosamente, llama la atención de todos.
El Monumento a la Revolución, que en su interior alberga el elevador más alto del mundo con sus 57 metros. Tiene un costo de $40.°° por persona y gracias a sus cristales se puede lograr una vista impresionante de la ciudad.
Aquí, se pueden realizar diversas actividades y los paseantes tomar clases de baile gratuitamente.
Las fuentes danzarinas, que se encuentran en la explanada de este monumento, toman por sorpresa a muchos, y salen cada hora por 20 minutos para refrescar a los visitantes que con gusto se lanzan al chapuzón. Los otros 40 minutos, son utilizados para que los que se mojaron se sequen, se tomen fotos o se pongan a comprar algo.
Se puede ver una exhibición de skateboarding, donde los muchachos que participan logran saltos muy llamativos.
Este ciclista hace lo suyo, y muestra con orgullo sus acrobacias.
El hula hula no puede faltar, y estos amigos se divierten moviendo la cintura.
Por la noche, así luce el Monumento a la Revolución, y las fuentes danzarinas son iluminadas para que la explanada luzca más vistosa.
Muchas personas siguen con la fiesta, y a pesar de la hora y las ráfagas de viento, continúan disfrutando de una buena mojada.