Galería de imágenes impactantes posterior al tsunami en Japón
Foto de AP / Damnificados en Japón comen en las calles / Se confirman más de 10 mil desaparecidos.
Foto de AP / Barco en las calles del puerto de Sendai / A una semana despúes del tsunami se calcula una cifra de 6 mil 900 muertos.
Foto de EFE / Rescatistas guardan un minuto de silencio a una semana de los hechos.
Foto de Reuters / Se empiezan a dar las primeras manifestaciones de supervivencia, un hombre fue hallado despúes de ocho días del tsunami.
Foto de AP / Cientos de vehículos a la espera de ser cargados en barco fueron arrastrados por el tsunami
Foto de Reuters / Los vehículos recorren el paisaje destruido tras el terremoto y tsunami en Minamisanriku Ciudad, Prefectura de Miyagi, al noreste de Japón.
Destrucción patrimonial y riqueza de 'el país del origen del sol'
Tokio, 17 Mar.- Japón un país insular del este de Asia, el segundo país más poblado de Asia Oriental, después de China. Conocido como 'La tierra del sol naciente', es una de las mayores potencias económicas del mundo. No obstante, hoy se encuentra lastimado por la fuerza de la naturaleza y bajo la amenaza de su propia tecnología nuclear, cuyos costos ponen en duda su débil recuperación económica.
Los efectos del terremoto y posterior tsunami en Japón, que además dieron pie para un grave accidente nuclear, han provocado pérdidas que aún no se pueden evaluar, pero el país está frente a una de sus más grandes catástrofes y a un gigantesco desafío.
Cronología de fenómenos naturales de marzo de 2011
El miércoles 9 de marzo se registró un temblor a las 02:45:18 UTC en la costa oriental de Honshū, Japón y que tuvo una intensidad de 7,2 MW a una profundidad de 14,1 kilómetros. Ese día las autoridades de la Agencia Meteorológica de Japón dieron una alerta de maremoto, pero sólo local, para la costa este de ese país.
Dos días después, Japón se vio azotado por un terremoto de 9 grados el 11 de marzo a las 14:46, el cual fue considerado el de mayor magnitud de su país en 140 años. El epicentro del temblor fue en la misma costa del este de Honshū. El cual, se calcula que ha dejado más de 4.300 perdidas humanas, 8.600 desaparecidos y pérdidas económicas por unos 100.000 millones de euros.
Posterior a este fenómeno natural se derivó un tsunami
Dicho país oriental, cuenta con 55 plantas nucleares, así que unas horas más tarde se produjo una parada de los generadores diésel de la central de Fukushima Daiichi, dejando así sin refrigeración la central. La compañía anuncia al gobierno una situación de emergencia y empieza la evacuación de los que viven a poca distancia de la central. La presión de dentro del contenedor había ido subiendo en la unidad 1. El Organismo Internacional de Energía Atómica dice que mediante una operación de venteo se aliviará esta presión "que será filtrada para retener la radiación en el recipiente de contención".
Para el 12 marzo se produce una explosión en el exterior del recipiente primario de contención del reactor de la unidad 1 de la central Fukushima Daiichi y que ha volado el edificio de contención que rodea el recipiente del reactor.
La explosión se produjo porque debido a las altas temperaturas por la falta de refrigerante, el vapor de agua liberado (para reducir presión) en la tercera contención (para reducir su radioactividad antes de liberarlo a la atmósfera) se disocia en hidrógeno y oxígeno. El hidrógeno es altamente inflamable y explosionó. El núcleo del reactor no fue dañado.
Como una contramedida para limitar el daño del núcleo del reactor, TEPCO propuso que se inyecte una mezcla de agua de mar y boro en los recipientes de contención primarios de las diferentes unidades (1 y 3). El agua de mar es muy corrosiva y puede dejar inservible una central nuclear, pero la situación es desesperada. Se le añade boro, una sustancia química que absorbe neutrones radioactivos y dificulta una reacción en cadena que podría ser catastrófica.
Las autoridades japonesas clasificaron el evento en la unidad 1 de como de nivel 4 "Accidente con consecuencias locales" en la escala INES-International Nuclear and Radiological Event Scale. La escala INES se usa para comunicar pronta y consistentemente al público la relevancia en términos de seguridad de un evento asociado con fuentes de radiación. La escala va de 1 –anomalía, cualquier alteración de los límites operativos en una central nuclear- a 7 –accidente grave, como Chernóbil-.
La Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial de Japón confirma la presencia de cesio-137 y yodo-131 alrededor de la central. Debido a este acontecimiento catastrófico, las autoridades decidieron repartir píldoras de Yodo entre la población aledaña, con el fin de evitar el riesgo del Yodo 131, que sólo dura unos días. Cabe resaltar, que si el Yodo 131 es absorbido por el cuerpo se instala en el sistema linfático y en la tiroides pudiendo provocar cáncer.
Los encargados de estas plantan intentan refrigerar los recipientes de contención de las
unidades 1 y 3. Se libera vapor radioactivo de manera controlada. Aumentan los niveles de radioactividad alrededor de la central hasta 1.557 microsievert. Un Sievert (Sv) es la unidad que mide la dosis de radiación absorbida por la materia viva, corregida por los posibles efectos biológicos producidos.
No obstante, el 14 marzo se registra una nueva explosión en Fukushima, ahora en Daiichi 3 similar a la primera. Una explosión en el reactor número 2 revienta parte del contenedor primario del núcleo y se teme una fuga de material radiactivo, según la Agencia de Seguridad Nuclear: "la cámara de despresurización (o supresión) puede estar dañada. Esto es una estructura en forma de anillo debajo del reactor, contiene agua pero se le puede dirigir vapor para reducir la presión del reactor. La presión en la piscina decreció, lo que sugiere un posible daño. Los niveles de radiación tuvieron un pico de 8217 microsieverts por hora, pero luego cayeron.
La Tokyo Electric Power Company ha evacuado todo el personal no esencial de la unidad. Los ingenieros de la compañía continúan bombeando el agua de mar en el recipiente de presión del reactor en un esfuerzo para que se enfríe.
Para el 15 marzo los habitantes que se localicen en un radio de 30km de la central no deben salir de casa, esa es la recomendación de las autoridades. Se declara un fuego en la unidad 4. Hay emanación de radiación a la atmósfera y otro terremoto de 6,3 en la escala de Richter sacude la costa otra vez.
A partir de estos actos, el Gobierno alemán aplaza tres meses su decisión de prolongar la vida útil de las 17 centrales nucleares del país. La UE revisará sus protocolos de seguridad. España quiere hacer pruebas de resistencia de sus centrales. Austria paraliza tres de sus proyectos.
Hasta el 16 marzo las barras de combustible atómico de los reactores número 1 y 2 resultaron dañadas tras el terremoto y el tsunami. Columnas de humo salen de las inmediaciones del reactor número 3, informa la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón.
Los trabajadores que permanecen en la central de Fukushima son evacuados por el alto riesgo de radiación, que se cree que puede proceder de los reactores números 2 y 3.
Helicópteros de las Fuerzas Aéreas de Auto-defensa de Japón lanzan agua sobre el reactor número 3, esto pone en un gran riesgo a sus tripulantes. Este reactor usa plutonio, por eso tiene prioridad para ser enfriado. Si el plutonio es absorbido por el cuerpo puede provocar cáncer.
Hoy día 17 de marzo el nivel de radioactividad disminuyó después del operativo para enfriar las plantas. Al respecto, las organizaciones de ayuda humanitaria informaron que Japón ya solicitó colaboración para coordinar logística sobre el terreno. Sin embargo, se han registrado manifestaciones por parte de civiles que están en contra del gobierno por la gestión que han hecho por la crisis nuclear. Se espera el efecto secundario del hidrocarburo a raíz de la crisis japonesa y ahora crisis nuclear.
Japón: Empeora la crisis nuclear
La situación en la central nuclear de Fukushima (Daiichi), en Japón, ha empeorado considerablemente. Tanto la autoridad de seguridad de Francia como el Instituto para la Ciencia y la Seguridad Internacional de Estados Unidos catalogaron, en el transcurso de esta tarde, al accidente nuclear como categoría 6 en la escala Internacional de Eventos Nucleares (INES).
En la escala INES, el nivel 0 corresponde a la ausencia de anomalías y el nivel 7, el más alto, corresponde a un accidente mayor; en esta categoría se encuentra el accidente en Chernobyl. La categoría 6 implica que se trata de un accidente importante en el que hay una liberación considerable de radiación. Esto aún no ha sido aceptado por el gobierno japonés.
Hasta ahora, las unidades 1 y 3 de la central continúan refrigerándose con agua de mar, mientras que los niveles de radiación liberada se han incrementado a 8217 “microsieverts”, esto es ocho veces más que la cantidad anual a la que se encuentra expuesta una persona en el transcurso de un año.
Y tu... ¿sabes lo que comes?
De una lista de 320 productos de consumo común entre los mexicanos, 186 (pertenecientes a marcas como Coca-cola, Pepsico, Bimbo y Nestlé, entre otras) no garantizan estar libres de transgénicos, dio a conocer Greenpeace México.
La chef Mónica Patiño participó en la presentación de la Guía de transgénicos y consumo responsable. Ésta es parte de la información contenida en la Guía de transgénicos y consumo responsable, una herramienta para que la población sepa lo que está comiendo y cómo y dónde encontrar alimentos libres de transgénicos y provenientes de una agricultura ecológica.
Ante la falta de información por parte de la industria alimentaria sobre transgénicos en sus productos, Greenpeace México ofrece esta Guía a los consumidores, para que ejerzan su derecho a elegir, a proteger su salud y la de su familia, y a rechazar este tipo de organismos a través de la alimentación. Cabe señalar que la presentación de la Guía se da en el contexto de la aprobación de la primer siembra piloto, fase previa a la comercialización de maíz transgénico en México.
De las 320 marcas revisadas por la organización ambientalista, 186 están en la lista de productos transgénicos porque contienen o pueden contener al menos un ingrediente o aditivo producido a partir de cultivos transgénicos, no han respondido a Greenpeace o porque no brindan garantías de que sus productos no contengan ingredientes transgénicos o sus derivados.
Marcas como Pascual Boing, Ferrero, Pan Fiiller, Verde Valle, La Huerta, Coral Internacional, Cervecería Minerva y Santa Clara, entre otras, certificaron que 134 productos son libres de transgénicos y conforman la lista verde de la guía. La producción de alimentos provenientes de una agricultura ecológica campesina va en aumento y frente a la falta de canales de comercialización los productores han encontrado una alternativa para ofertar sus productos en espacios de distribución local y sin intermediaros, como en el mercado El 100.
La Guía cuenta con un directorio de 128 sitios donde se brindan productos libres de transgénicos, de producción local y ecológica; y en donde el consumidor tiene la posibilidad de optar por una alimentación basada en prácticas amigables con el medio ambiente y que además no afectan al campo mexicano ni su salud.
La actriz Gabriela de la Garza invitó a todos los asistentes a la presentación a utilizar y difundir la Guía de transgénicos y consumo responsable.
“Tienen en sus manos una guía que les da toda la información para elegir los mejores alimentos para ustedes y sus familias, ¡úsenla!, llévenla en la bolsa cuando hagan sus compras y consúltenla antes de decidirse por un producto u otro. Les propongo difundirla, compartirla y promover su uso. El consumo es una forma de votar, de actuar políticamente, de optar por un modelo de desarrollo más justo y sustentable. Vamos a comer más sano, consumir responsablemente y a exigir a través de la comida”, dijo la actriz y activista de Greenpeace Gabriela de la Garza.
“No hay nada como los alimentos que van directamente del campo a la mesa. Su sabor, su olor, su color, su calidad son muy superiores. Los invito a que compren alimentos frescos, conozcan al productor, se enteren de cómo regó sus cultivos, de dónde los trae, pues todos esos datos hacen la diferencia en la cocina y en la mesa”, expresó la chef Mónica Patiño.
Nadie garantiza que el consumo de alimentos transgénicos sea seguro a mediano y largo plazo para la salud de los consumidores. Por el contrario, diversos estudios de laboratorio muestran que el consumo de transgénicos presenta serios riesgos para la salud. Por ejemplo, la alteración o inestabilidad de los genes puede llevar a la producción de nuevas toxinas; la nueva proteína producida por el gen externo puede provocar alergias; y nuevos estudios sugieren que el consumo de transgénicos puede alterar la fertilidad de los consumidores.
“Hasta ahora los ciudadanos no podíamos saber qué es lo que estamos comiendo y decidir si queremos seguir haciéndolo o cambiar a un modelo de alimentación más saludable y sustentable. Ahora ya tenemos esa información y es nuestra decisión utilizarla o no a nuestro favor”, señaló Aleira Lara, coordinadora de la campaña de agricultura sustentable y transgénicos de Greenpeace.
“A través de los cultivos de maíz transgénico, que irresponsablemente promueven las autoridades, el gobierno mexicano se empeña en imponernos una política agroalimentaria cada vez más lejana de una producción ecológica de alimentos saludables, social y ambientalmente justa y sustentable. En vista de que el gobierno no quiere hacer su trabajo nos toca a los consumidores votar tres veces al día por alimentos sanos ejerciendo nuestro derecho a decidir”, abundó Lara.
Al optar por alimentos locales, frescos y naturales estamos apoyando también a nuestros productores.
“Yo soy productor de maíz criollo y miembro del grupo Vicente Guerrero, una organización que defiende los maíces nativos y quiero decirles que sí se puede tener alimentos orgánicos en nuestras mesas y dejar fuera a los transgénicos que representan una muy grave amenaza contra nosotros los productores” expresó Adrián Pérez Contreras productor del estado de Tlaxcala donde impulsó, junto con su grupo, la iniciativa hoy hecha Ley, para proteger los maíces nativos.
Con información de: Greenpeace